La equidad de
estos versos, en relieve
como una Venus
descalza en el Olimpo.
Suena el
concierto en preludio y fuga,
de una
generación de antes de la lluvia.
Sandalias de
esparto que conmueven,
aspirado el aire
viciado de hoja de tabaco.
Faldas hechas de
viento, hilos que se quejan,
del disfraz del
claustro de la libertad fingida.
Haz de este
momento un ruego
y olvida que lo
has visto jugando
Que las luciérnagas
son sueños,
que habitan en
tus noches.
Haz de este ver
y sentir,
una nave con tus
besos
y déjala pasear
atrevida,
en el ecuador de
tu piel.
Que esta noche
es magia despierta,
que te envuelve
para dormirte en sus brazos...