Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

domingo, 11 de noviembre de 2012

Verdad desusada


Verdad desusada

Esgrimes una verdad desusada
de aquella época de cementerios abiertos
cómplices de los silencios de la madrugada
por un alba que despertaba de luto,
mientras la palabra yacía amordazada.

¡Ay!, Es la máxima a tu voz hambrienta
sin fuerza para llorar tus manifiestos.
Está tendida a la cara de un sol criminal,
porque vivir es morir por el azote cruel
del baraje despiadado al tiempo en retroceso.

Camaleón es un color a la conveniencia,
¡No es el tuyo!, El tuyo es de estalactita
de punta fría, de odio amenazante.
Capacidad de invertir la verdad,
propia del código del cuco en nidos ajenos.

No me pongas tu vestido azul
ni la mantilla de ir a misa los domingos.
No comulgo con esa etiqueta
propuesta desde su nacimiento
para compartir contigo el desayuno.

Qué tristeza vela tu sombra,
parece una hechicería vengativa.
La misma razón que te mira provocativa,
te hace trueque con un as que esconde,
de oros o de copas,  siempre te derrota.

1 comentario:

"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"