Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

martes, 30 de marzo de 2021

La semilla de la vida


 La semilla de la vida

 Me acuerdo de ti, con el brillante sol mirándome.
Pienso; ¡Que suerte tengo!, respiro.
Camino despertando los brotes verdes,
aún apenas levantan sus cabezas,
y ya relucen sus pinceladas.
Visten los campos de nuevo.
Su valentía prevalece frente a todo,
las heridas viejas quedan atrás.
No hay temor, ni conciencia frágil.
La semilla de la vida renace
muestra el esplendor de su cuerpo
y no le importa si la rompen otra vez.
 
Me vuelvo a acordar de ti, duermes
igual a la semilla de la vida.
Ya no cuento el tiempo pasado,
eres como el aire, te voy respirando,
estás en mí, ahí no hay reloj,
ni calendario contando los días.
Recojo todas las huellas en cada paso,
las guardo en mi mochila,
incluso los trinos de los pájaros.
Es renegar al sordo silencio,
a la tozudez cerrando ventanas,
puertas, a la luz de la esperanza.
 
Te pienso en todo momento,
raíz, frondoso océano celeste
cuajado de bandadas de aves
buscando su mar inmutable.
Su paraíso primaveral,
de invierno eternamente dormido.
Eres parte de mis ojos expectantes,
maravillados de la belleza renacida.
De mis bulliciosos pies, de mis manos.
De la inquietud de mi alma.
Porque palpita mi corazón,
y te siento vida entre la vida.
 
Antoñi (29 – Marzo – 2021)
 

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