Eres
mi milagro
Eres mi milagro
blanco
derramado por mi
pelo.
Aquel de llameante agonía
hasta encontrarse vacío.
Una llamada
necesitada
rescatada de su
propio eco.
Eres esa sonrisa rezagada,
un enigma pintando color
al oleoso gris de
los suburbios.
Un acuífero subterráneo
llamando a mi
sofocada sed,
huida del agua del
pantano.
Eres un norte en
mi alma
haciendo brújula en
mi aíre,
porque me tallaron
bronce,
siendo queja sin
voz, montaña
erizando sus poros
al frío,
y a veces sendero
terco
sembrado de reacias
cuencas,
donde antes hubo
piedras
con dientes de
doble filo.
Por eso eres mi
ensenada,
donde reposo mi
cansancio
del abrupto clima del tiempo.
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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"