Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

miércoles, 1 de agosto de 2018

Tan lejos



Tan lejos

Tan lejos te acaricio,
que el cielo festeja todo lo que me diste
tocándome en mi soledad,
ensordeciendo la voz en mis espejos,
igual que nos complace
leernos en las entrañas de la distancia.

Tan lejos, cerca no
se escribió mi destino con tu nombre.
Somos errantes brújulas
imantadas desde el centro de sus núcleos.
Fijas en el mismo norte,
en línea ambas, de afín y ancho mirar.

Tan lejos ese llanto,
vuelo de pájaro extraviado, deslizándose.
Cretina acrobacia,
es muy surrealista en su real vértigo
que se me sumerge
en este opaco sueño por tenerte ahora.

Tan lejos te tengo,
que el alma de este verso enfurece
sin tener un mañana
señalado en el reverso de tu secreto,
y que me cuente
las claves para escribir esta historia.
  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"