Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

jueves, 30 de agosto de 2018

¿Hasta cuándo?



¿Hasta cuándo?

Se para el día en su mitad,
ciñe en mi mirada el reloj
con la claridad de tu torre,
perfecta en los transeúntes
minutos que me regalas
unidos a tus brazos abiertos,
vientos de un azar incierto.
¿Hasta cuándo este paisaje
vacío de nubes enlazadas?
Que si dispersas como aves
de grises alas en este cielo.
¿Hasta cuándo me migrarás
osado, escapado, irreal?,
Quebrando mis tercos limites.
Cóndor que pasará viajero
volando todas mis ilusiones.  

Hubo una blanca montaña
alumbrando mis campos
con su luz blanca de fría lava.
Solo bastaba subir un riacho
al fondo donde me duermes
si yo saberlo, para encontrarte.
Y me quedé como estación
sin saber de flores, de amores,
un otoño prematuro, soñador.
Me salvaste del frío invierno
con tu campana de primavera
abriendo la ventana al alba
dormida dentro de mi corazón.
¿Hasta cuándo amor te quedes?,
Es este páramo un espejismo,
una tregua desviada de norte.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"