Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

sábado, 2 de junio de 2018

Leerte…


Leerte…

Quiero leer tus secretos
en el secreto de la noche.
Despliego, lento, las sabanas.
Páginas en blanco, con reverso,
que me regalan los epígrafes
que tienen tu hermoso cuerpo.

No necesito, manos, piel,
que me descifren tu letra.
De momento, con mis ojos,
todo entero, puedo leerte,
sin punto, o alguna coma,
que me esquematice tu texto.

Quizá luego, la luz apague,
incluso para el goloso mirar
que los espejos me devuelven.
Querré leerte muy despacio
con la yema de mis dedos,
conjugar tu verbo en mi boca.

…Y quizá mucho después
de que tú, libre, desposeído
de control, escapada tu prosa
fuera de la cárcel del margen,
se me tatuaran todas tus letras,
piel, con piel, memorizándote.



2 comentarios:

  1. Muy bello la musica se mezcla con tus letras

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  2. Otro de tus poemas de perfecta claridad.
    Muchas veces nos tenés acostumbrados a la obligación de hurgar entre tus versos la verdad que poseen sus metáforas, y al encontrarla se produce un gozo particular. Pero éste, particularmente, es como la fruta fresca que se saborea de pronto y en el momento justo. Sabor y satisfacción.
    Muy bello.
    Que sigas bien estimada amiga.

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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"