Ojala
Apenas me has rozado
y el valle de mi piel crece
se eleva palpitando amor.
Ojala este sol que nos mira
no nos cierre nunca sus ojos.
Ojala la bucólica asonancia
de este deseado y bello anhelo
goce su suerte en hallarnos,
sin negarnos su perfume.
Me das la flor de tu sonrisa
sin pedir clemencia al acero,
duro lastre el que nos precede.
Ojala que el apagado fondo
de la sombría retama no suba
su raíz de piedra a la fuente
que nos baña como universo.
Ojala amor mío, seamos luna,
y de este misterio, cómplices.
Nada detiene los arroyos
de los destinos con vértices
marcados, cristalinos sus brazos,
sus cauces retando distancias.
Veredas ajenas, infranqueables,
abrir vuestra cruel soberbia,
y ojala nuestras cicatrices
nunca sean un peaje a pagar,
por vivir, ser en ti, en nosotros.
Ojala, si no somos ahora,
de este tiempo inventado,
con rectos yugos en su frente.
Podamos cubrir esta agonía
de silencios estrangulados,
con la esencia de los instantes
robados al turbado laberinto,
sin sangre en las venas, cobarde,
que llaman decoro…, ojala!!
¡Pero qué bonitos versos! Te veo distinta aquí, más etérea. Ojalá consigas ser luna y otra a tu lado, aunque creo que ya hay allí misterios cómplices, desconocidos para el resto.
ResponderEliminarY peajes pagamos siempre, inevitablemente.
Como siempre digo, me dejaste una visión propia, mía, pero distinta a las que nace de mí mismo porque viene desde tu poema. Eso es bueno.
Dejo abrazo grande.
Hola Navegante…
EliminarGracias por ese bonito mirar tuyo, sin duda hace bonito lo que ve…, efectivamente, lees más de lo que se escribe, jajajajajaja… alucinarías de lo que he cambiado en un año, es hasta complicado explicarlo, tanto, que a veces yo misma no me reconozco, y lo extraño, es no encontrarse en eso que ves, de ahí que me ande buscando, jajajajajaja…, pasará como todo, pues son etapas por lidiar, aceptar, vivir, retos en definitiva, que te hacen crecer a nivel humano, y creo que ante lo perdido, equilibro la balanza con lo ganado, y así gana la mujer que se obstina en mirar al mundo sin perder un ápice de los valores que la definen, que le hacen sentir ella misma…
Gracias, como siempre, por ser, y estar…
Besos