Ser mujer y no morir en el
intento, ser persona, hombre o mujer, ser tú mismo, darte esa oportunidad, algo
tan simple, sencillo, de llevar a cabo, y que aunque parezca mentira, casi
todos lo enterramos bajo mil capas de tierra. Las obligaciones, el trabajo, los
condicionamientos sociales, prejuicios, las necesidades de los que estimamos,
que de alguna manera dependen de nosotros, son barreras, dificultades como cárceles,
que día a día nos incapacitan desarrollar la independencia necesaria que nos
daría la gratificación de dejar libre a ese ser que llevamos dentro, y que
necesita tanto como el oxigeno para respirar, hacer cosas, vivir su propio yo
en libertad. ¿Qué ocurre con nuestras vidas con el pasar de los años?,
Sencillamente, que un buen día, ésta nos da un manotazo fuerte, donde todo se
nos mueve, o quizá sea todo lo contrario, todo se paraliza, es como si de pronto
tomaras conciencia de que eres mortal, de que vivir o no vivir, está en la
distancia medida de menos de un zeptosegundo, y que si no te das prisa, lo
único que has hecho, es respirar para hacer un montón de cosas que te han permitido
rozar por instantes, aquello que sientes que te mereces desarrollar y disfrutar,
aunque a ojos de los demás se te otorgue
el honor de ser una persona correcta…, ¿Dónde te has quedado tú?, Te has
olvidado de vivir, y quizá ya no tengas tiempo para hacerlo.
Mirando hacia atrás, entendemos
muchas cosas, los aplazamientos que nos hemos dado, con las consiguientes
frustraciones, la apatía que nos provoca el intentarlo, pues es más cómodo
adaptarse, que intentar conseguir una parcela, un espacio donde puedas hacer,
vivir cosas, solo para ti misma, que no implican ningún beneficio material para
nadie, ni para la sociedad, solo para ti,
para dar un sentido tangible, real, a ese ser que eres, que ha estado
paralizado, encerrado y que si no te das prisa, no podrá desarrollarse en su
plenitud, y es eso lo que le equilibra, en el tortuoso camino buscando ese
estado que llamamos felicidad.
No aplacemos tanto nuestras
vidas, el ladino tiempo es inexorable, no somos egoístas, no sacrificamos nada,
ni a nadie, por rescatar un espacio dentro de tantas obligaciones y hacer
aquello que da sentido a nuestras vidas, a pesar de no ser lucrativo,
simplemente es aquello que nos hace sentir bien, que hacemos crecer nuestra
identidad más personal, incluso mística, la llamaría yo, pues esa alma que
somos, con ello, se halla, y encuentra su paz, su equilibrio para desarrollarse
en lo que verdaderamente siente que es…
Feliz semana a todos…. Gracias…
Besos
Llévame
Llévame a besar la noche,
nos mira triste, desolada,
_Fría ausencia nos corroe,
señora de aceres solitarios_,
Le quiero decir a su mirar
Iluminando expectante
el mural gris del tiempo.
Llévame a tocar la seda
frágil de este amanecer.
Morirá despacio su celo
sin ser primera sonrisa.
El abrupto invierno viene
pletórico de nieve, lluvia
de partidas, caídas de pie.
Llévame, le digo siempre
a tu mano grande, guía
del día abriendo sus ojos
a los sueños inalcanzables.
Seremos un solo iris real,
diseñando un horizonte
no profanado, ni desleal.
Llévame contigo ahora,
siento poder quitar norte
al oscuro proceder avaro.
Seré tu Artemisa una vez,
cazadora privada de flecha,
unida al arco de tu pecho,
eternamente enamorada.
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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"