La
realidad es una señora muy estrecha de miras, estricta en su normalidad, y ay
de ti, si no pisas fuerte su suelo, los descosidos de sus severas ropas siempre
te darán aguja e hilo para que tú los cosas. Ella nunca barajará las nubes como
alternativa de vuelo, aunque seas paloma y lleves en tu pico un mensaje de
reconciliación para el mundo.
La
realidad es la realidad, y mide la imagen desde su propio espejo, por si acaso
las dioptrías del cristal de tu mirada anda confundido con los colores del
arcoíris, no te permite desvío de la directriz lineal que establece sus
cimientos, por muy fósiles que los vuelvan la sin-sabida artrosis reumatoide de
los tiempos inverosímiles.
Amaño mi
realidad, con la querencia de la fábula establecida como alfombra a mis pies, para
que la margarita prendida en mi pelo, hable de mi sueños como un proyecto que
sabe galopar la roca, perfilar la montaña, mientras duerme generosa la
hortensia mil y una noche de fragancias prohibidas por aquellos que al sonreír,
pintan un cuadro gótico...
Feliz
semana.... Gracias a todos... Besos
Realidad
Desorden ingrato, trazado destino,
sale siempre encantado a saludarme,
y me duele tanto el fracasado gesto
bebiéndose la resignación, indiferente.
Empuja la niebla, descosida parábola
del enfermizo territorio de la memoria.
Hay un último secreto ahogándome,
y tú, obstinado en cambiar el lienzo
de mi mirada, para ser grato epitafio,
la voz de los cimientos fantasmas,
agazapados tras tus traídos sueños
de un otoño olvidado en el pupitre.
Canto sencillo del agua del camino,
cuando la sed abre puentes de nadie,
obstinado resplandor desarraigado,
perfume del amor limpiando el aire…,
Quizá sea demasiado tejido modelado
este espejismo a dedo que me designas.
Cual será tu castigo, presente, futuro,
dejado en el rincón de tus breves líneas.
Quimera en tus pupilas, no me sueñes,
silencio viajero, perturbable mensajero.
Tus deseos, caballos salvajes al galope,
los adiestra una realidad inalienable.
La realidad, esa bruja inversa y maldita; que convierte lo mágico en tangible, puaj, nada peor puede haber.
ResponderEliminarAsí y todo, es necesario que desde los versos de alguien como vos, nos sea arrojado a la cara, gracias por el dolor.
Que los últimos secretos que nos ahogan tengan, desde el lado de la magia, la mano justa que nos rescate a tiempo. Yo creo en eso, pasa todos los días.
Besos agridulces.
Hola Navegante…
EliminarEfectivamente la realidad es una cómplice de lo material, muy ladina, de un tortazo es capaz de bajarte de las nubes de tus sueños, y hacerte caer en la tierra, y ay de ti sin no estas preparada para amortiguar bien el golpe…
La poesía es sentimiento, en mi caso una gran terapia, me saca de dentro todo aquello que de no tener cauce, me ahogaría… hoy han tocado estos, a ver que da de sí otro momento…
Gracias
Besos
Cómo me gusta leerte Antonia, me ha encantado esta entrada, y es que la realidad puede ser una caricia o también una frase, como realidad puede ser un sueño aunque no sea real en presencia porque no se pueda palpar pero se siente y se visualiza como si lo fuera.
ResponderEliminarPreciosos versos.
Un placer haber estado en tu rinconcito, y mil gracias por tus bellas palabras en el mío.
Besos enormes y feliz noche.
Gracias María...
EliminarLa realidad nos atrapa, queramos o no, es demasiado ladina esa señora, aunque nunca hay que dejar de soñar, ni de perder la esperanza, por muy sagaz que esta sea, y nos haga duro pisar el suelo...
Siempre será un placer leerte amiga, y perdona mi retraso de estos días, he estado muy liada con ciertos compromisos...
Besos miles