Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

jueves, 24 de agosto de 2017

Otoño dormido

Quizá es eso,  que me provoca cierto recelo, que se me duerma el otoño, sin llegar a él con el suficiente tiempo para poder absolver ese baño ocre de melancolía en sus paisajes. Detenerse demasiado en un verano, extenúa vehemente los sentidos  con su exagerado aliento, halitosis ardiente, quema la voluntad del camino a abrirse al caminar. Hacia adelante está la dirección del destino a alcanzar, y ojala por aplazar el invierno, nunca se nos niegue la sonrisa de la primavera por ser invitada al exilio. 
La sequía de voluntades, como la sequía de afectos, es la peor compañera cuando es semilla seca en las grietas octogenarias de la tierra, un campo santo para la memoria, cuando el alzhéimer amenaza deshacer los archivos que fueron la fisonomía escrita de la existencia, y de esa apología quememos los borradores antes de que los alcancen sus manos.  
Confiar cuando es sabido que la mentira es el material base de tantas construcciones, una vorágine bodoque, llamada caer en haces de naipes, como aquella voluntad diseñada de acero, disfrazada de farisea pedagogía. Lo absurdo, quizá es salir indigne se ese corsario de los vientos actuales, sin que te manchen, dejándote para siempre huérfana de esperanza para la humanidad…



Gracias a Todos…, feliz tarde… Besos


Otoño dormido

¿Para qué me vistes primavera?,
Fugaces voluntades van y vienen…,
Adornos, encajes pongo, disimulos 
fuera de contexto, tórrida belleza
a ti te desconcierta, otoño dormido.

Amar, amo con arrasada desmesura
envuelta en fiebre en la cumbre,
Y no me basta recorrer toda la vida,
envolver caminos de polvo oxidado
con este cántico sudado del alma.

Naufragio, si naufragio acecha,
pretensión inútil lleva al desierto,
espliego de arena devorándome.
Bálsamo oscuro ardiente condena
entregándome al espacio vacío…,

Deseos de salamandra descansan,
Dejados,  sin alimento, adheridos
a un coma…, ojala al vivir despierten
siempre, sigue el ciprés llorando solo
perdidas, heridas, de sangre secas.

Sentimientos en rama de laurel,
muerden febriles los labios de sal,
si , los labios, rompen roles etéreos, 
sin decir a nadie esta boca es mía.
Por algo cae lluvia con cada beso.

4 comentarios:

  1. Los deseos de salamandra ya despertarán, inevitablemente. Es que son los ciclos. Y dentro de su inevitabilidad los necesitamos (para eso son inevitables, para que finalmente los necesitemos). Y si la lluvia es por causa de besos, que siga cayendo.
    Apartándome un poquito del lado poético de todo esto, solo digo que amo el otoño, que cada vez que se va ya lo extraño. Y que no veo ninguna tristeza en él, al contrario, esos colores me dan vida; y el fresco sobre la piel me fortalece.
    Ah, algún día verás mi visión del otoño en algo que dediqué a una mujer, claro.
    Besito.

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    1. Hola Navegante…

      Los deseos de salamandra, de supervivencia, de resistencia, en tiempos difíciles… lluvia purificadora, liberadora…
      El otoño suele activar mi melancolía aunque reconozco que serena mis sentidos, aquí el otoño, es casi siempre un verano suave, las estaciones verano y primavera, son casi siempre matizadas por el verano y el invierno, ambas se extienden olvidando el espacio que pertenece a las otras, de tal forma, que sufrimos cambios bruscos, del frío seco del interior de la península, al calor, a veces con temperaturas muy elevadas… Vamos a por esa visión personal del otoño a través de tus ojos, escenificada en una tus vivencias con sabor a mujer, disfrutaré seguro leyéndola…

      Gracias amigo
      Besos

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  2. Se duerme el otoño y se despiertan tus letras.

    Un placer leerte.

    Besos.

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    1. Hola Perlada…

      El placer sin duda, es tu presencia entre mis letras, y así darme la oportunidad de conocer las tuyas, paseé tus blog, me gusta tu sentir, tu expresión en el uso de las letras… Gracias por regalarme tu presencia…
      Besos

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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"