Los
seres humanos somos de lo más complejos, con reacciones insólitas antes hechos
rutinarios, un ejemplo es una caída, te caes al suelo, y la primera reacción es
mirar a todos lados a ver si has tenido suerte y nadie te ha visto tan ancha
como larga, despatarrada en el suelo, jajajaja, y después de comprobar que tu orgullo
puede seguir intacto, intentas levantarte, si es que puedes, que no siempre es
así, y lo digo porque el orgullo solo es un defecto, que si sirve para algo, es
para estancar al que lo sufre, o hacer daño, y por lo tanto, se debe corregir…, aquí ésta que les habla, se
ha caído cinco veces, en los últimos nueve meses, y en dos de ellas ha
necesitado ayuda…, parece un burro viejo, de reflejos oxidados y piernas de
gelatina, o quizá sea que la tierra tiene obsesión con acoger mi cuerpo antes
de tiempo jajajaja y como no la escucho, me hace la zancadilla.
Recuerdo
otro caso que me sucedió, de lo más cómico, hace mucho tiempo, tendría unos 28
años, muy joven era entonces, lo que no escusa lo absurdo de mi comportamiento…,
estaba en la calle, con mi pequeño tesoro de meses y tenía que bajar el cochecito
de bebe por una escalera, vestía muy mona una falda estrecha, con unos plisados
atrás que facilitaban el movimiento de mis piernas al andar, lo que no tuve en
cuenta, es que la cremallera a veces tenía vida propia y tendía a bajarse sola.
Con el esfuerzo de coger el coche para superar el obstáculo de las escaleras,
el broche salto y la falda con la cremallera abierta, al posar el coche, cayó
al suelo a mis pies…, no les cuento hasta que punto quedó mi cuerpo al
descubierto, jajajajaja, es mucho decir…, mi reacción, no fue recoger la falda
para ponérmela, me giré a todos lados para ver si alguien había sido testigo de
semejante bochorno y solo cuando vi a un hombre que me miraba fijamente
mientras se ría, recogí la falda y me la puse. Después, con la máxima dignidad
que pude encontrar me fui en dirección contraria de donde se encontraba el
único asistente visualizado por mí, de semejante desaguisado, sin mirar hacia atrás...
Cosas
que me pasan jajajaja… y otras, que mejor no cuento…
Gracias
a todos… Sean felices… Besos
Designio
Tiempo,
memoria transeúnte,
deja
huella, llegada trémula,
la
ceñida cúspide al limite
del
goce, ahí donde estamos.
Dulce
instante, ya no sufre
abandono,
y respira entrega,
albeando
estelas al encuentro
disfrazado
de silencioso espiral.
Incienso
llegado impaciente
del
desierto de las lejanas lunas,
abandonadas
al triste ocaso,
de
lo que son arenas movedizas
entrelazadas
al hondo lenguaje
de
los humedecidos cuerpos
llamados
por designio a tenerse
más
allá de la férrea voluntad.
Aquí,
hay un antes y un después,
de
puertas abiertas…, de pura
inocencia
las niñas de viento,
son
caricias reclamadas, sentires
en
vuelo de paloma mensajera,
a
la tibieza de la perfumada piel
del
deseo aplazado, aprisionado
en
la ardiente mar concupiscente.
Que gran verdad lo que dices, cuando nos caemos al suelo lo primero mirar a ver si alguien nos ha visto por el miedo al ridículo.
ResponderEliminarPor otra parte decirte que me han encantado tus versos son como vuelos al viento acariciando mis pupilas.
En verdad ha sido un placer haber estado en tu blog.
Nos seguimos leyendo.y mil
Gravias por tus lindas huellas en wl mio.
Besos y feliz dia.
Hola María…
EliminarGracias por tus palabras, y perdona el retraso, el ladino tiempo me la juega con asiduidad…, si duda somos raros los seres humanos, ni nosotros mismos logramos entendernos…
Besos