Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

domingo, 22 de enero de 2017

Atardecer


Atardecer

Siento atardecer mi tiempo
alimentado de viejas esperanzas,
hablándome cansado del antes…,
estrellados muebles descalzos
de esta casa que porfía su caída.
Irán con su vals omnipotente,
a una despedida de momentos,
respirando la luz en las sombras,
cuando respirar se hace noche,
y los labios en su verdor rumoroso,
ansían decir tantas cosas, ¡Ahora!,
La vida se me escapa, inconsciente,
…, se fuga transeúnte por ese río
inclemente, en su frío ir, sin pausa,
fijo hacer en no vulnerar su orden.

Se me resiste el sereno descanso,
adyacente al ocaso de las colmenas,
sobradas de la helada sangre.
En ascensión el agotado suspiro,
no muere en su tenaz rebeldía
de ser energía en su pesadumbre.
El sentimiento es un espiral seco,
no encuentra su cierzo de gloria,  
aunque sopla su agonía en mi norte.
Existir vaga borroso los epílogos,
sin anémona fértil en mi memoria.
Sustenta fútil las estepas grises,
aterido a un haz de lamentos mudos,
sin saber vencer mi dura fragilidad,
y en silencio presiento que me despide. 

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