Canto de
cisne
Hoy el hielo está soñoliento
profanando las ondas escogidas
de las altruistas almas vegetales.
Anhelante su voz de silencio,
inmune al sentimiento lágrima
donde oscurece la llama cauce,
sin tener orilla, ni aliento,
en la desidia de sus savias.
Porque el candor es reverso,
al calor riendo persistente.
Caudal fluido en las arterias
hasta amamantar olvidadizo,
el arrullo, con agudos dientes.
Sus ojos caramelo fundido,
peligroso lago de inquietudes
para una nadadora solitaria
perdida en el infesto dominio
de las raíces de sus malas hierbas.
¡oh escogida isla rompiente
en el mismo mar de ávidas aguas!
Protectora del dolor depredador,
con sus costas de inercia,
manto de infinitas longitudes
acurrucando al majadero frío.
Iguales se entregan por la boca
al pequeño canto de cisne.
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