Querría
Querría salvarte del tiempo
del amor que llega tarde.
Bajo el calor de mi pecho
del frío abandono, recogerte.
Con la caricia de mis labios,
poner venda en tus heridas.
¡Querría, tantas cosas para ti!,
Se me escapan los ruegos
sin reposar culpas ajenas
en los dormidos sueños,
exasperados en el rápido tren,
donde la vida se nos lleva.
Viajeros olvidados del fuego,
del regalado trigo verde,
que una vez amo la lluvia
en el albor de su dorado brillo.
Pan que se te ofrece al paladar
a la gloria de tu celestial boca,
que la mía hambrienta siente.
Blanca gaviota en tu cielo,
Vuela, vuela hasta dormir
en el arrecife de tu playa.
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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"