Vagón de espera
Lo difícil nació
fácil, así no duele.
Enseñar a andar
al recuerdo
en ese puerto
libre al viaje.
Y el olvido, va
a su encuentro
tan abandonado
de equipaje .
¿Quién eres tú,
quien soy yo?
Frente al
deambular del tiempo,
sentados en el
vagón de espera,
esperando ver
pasar la muerte
por este cristal
tantas veces roto,
que se nos hace
preso el mirar
de ese instante
en el que estamos,
para ser
pasajeros del siguiente,
hacía el infinito sin retorno.
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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"