Tenerte
Querría tenerte
de esa manera,
a pesar del tabú
escrupuloso,
del recelo en las
formas suspicaces.
Necesito aprender
el habla de tu cuerpo
detenida en la
melodía de tu piel.
Pues invadida
del hechizo de tu aura,
habito el candor
de tus cálidos instantes.
Porque la vida
es menos que nada,
si no desciframos
este vocabulario
de sensaciones
al alma proscrita.
Detener el
sentir del calor al frío,
según se hace el
invierno grande,
dando solitarios
paseos en la niebla,
por un universo de
solsticio erróneo.
…Si pudiéramos ahondar
en la llama,
consolar el
deseo sin que se desangre
perdido en su
sentenciada agonía.
Podríamos encender
las luces
a la piedad, que
el desasosiego anhela
para encuentro
ciego de los sentidos.
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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"