Me duele
Me duele la vida perdida, la vida cegada,
la crueldad en el rostro erigiéndose
embajador de un hipotético dios justiciero.
La inutilidad de la enajenada razón, me duele,
solo acta para desequilibrar la cordura
del que se nombra a sí mismo, verdugo honorable.
Me cuesta tanto levantarme de esta pena,
me duele el llanto del niño desconocido,
buscando desde la oscuridad de la muerte
su adorado osito de peluche perdido.
Le rompieron su bello proyecto de vida,
y será ésta, quien siempre se lo guarde.
Busco flores en un jardín roto, destruido.
Son sus rojos pétalos los que me duelen,
sangre perfumada que cae como lluvia
sobre el desconsuelo de miles de corazones.
Abra un antes y un después para el mundo,
como siempre, se olvidará, para luego repetirse.
Y me duele tanto…
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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"