Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

domingo, 26 de junio de 2016

Vuelo


Vuelo

Es breve y osada la realidad
me tantea con sus manos
me quema con su aliento
me desnuda con su mirada.
Me besa cada marca triste,
allí, donde abre su hálito,
la sombra en la desnudez
de la lluvia, en cada alborada.

Se me antoja vieja la arboleda,
con sus pausados lloros 
de brisa contenida y sibilante.
Elige la soledad desértica,
en cada centímetro de la piel, 
para exhumar sus quejas 
a una frondosidad humilde 
que poco a poco se angosta.

Duele, ese vuelo infinito
sin giros de retorno a la vida, 
cual golondrina buscando
una primavera perenne,
en la intimidad de lo eterno. 
Quizá el azahar transpire 
su aroma en adoración
a un descanso merecido.

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