Océano
Tu vida es un barco, me dijiste,
navega por un océano imprevisible
a veces en calma, otras turbulento.
Obstinado océano eres para mí,
tus aguas son sabanas de piel encendidas,
sin brújula navego todas tus costas.
No conozco la vida sin tu vida,
luego respirar es una brisa suave,
si eres tú el que acaricia mi vela.
Como luciérnaga transito tu noche
en el concierto que me da tu universo,
pletórica en todas tus constelaciones.
Guitarra de canción ausente
su queja es un vuelo de gaviota
extrañada de los mensajes del aire.
No me dejes sola sin el esplendor
de la retorica cristalina de la tarde,
pues tu boca me llama al abordaje.
Oscuras olas ignoran la versátil luz,
insumisas bridas espolean las orillas
ahogando las doradas arenas del mar.
A cielo raso de sal mis vestidos sueños
son delfines bailando la claridad submarina
en equilibrio, amor mío, con tu océano.
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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"