No te, amor
Hay un corazón
que está por ti,
suspira afable
una oportunidad.
Bate sus alas en
tu trémulo viento
Traza escalas en
la voz de tu silencio.
Amor, no te
engañes.
No puedo
sostener tu mirada
sin ahogarme en
las turbulencias
sedientas, de
ese mar agitado,
que son tus ojos
cuando me miran.
Amor, no te
empeñes.
No quiero ser vado
prohibido,
con el cielo callado
en declive,
ni dejar que el
habito de tenernos
con cuidado a
destiempo, persista.
Amor, no te
obstines.
El deseo no
vende su hambre
a la puja del
mejor postor,
de igual modo,
el signo menos
no tiene el
viento a su favor.
Amor, no te
compliques.
El olvido es un
atrevido,
caprichoso en no
conjugar
los tiempos en
su modo,
y así nuestro
verbo es oblicuo.
Amor, no te
equivoques.
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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"