Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

jueves, 12 de mayo de 2016

Guardián


Guardián

¿Dime a qué hora duermes
guardián de las estrellas?
Y despertare las alondras
del paraíso de su canto.
Para ti,  y tu río de sueños,
que tan dulce navega
por el jardín del amor.

Eres mío esta noche herida
con lágrimas de luna de sal.
Con olor al sudor del recuerdo,
donde se hace sorda la lluvia
de tanto cortar las nubes
bajo la fría enredadera
del inmisericorde tiempo.

¿Dime a qué hora despiertas
guardián de la aurora?,
La mañana viene silenciosa
cargada rocío perfumado,
deseosa de despedir el rumor
del invierno, de sus huesos.
Y yo quiero soñar tu deseo.

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