Tan

Tan

Estoy tan, tan cansada,
y me queda tan perfecto el ático de estos tacones,
el agua marina del rostro del bolso a juego
que me guiña coqueto desde el armario el vestido
de suspiros del alma de la luna.
¿Por qué no voy a pelear este cansancio
con las dádivas de una noche estrellada?

Estoy tan, tan cansada...
Llámame seguro del anhelo de este perfume
del derribo de la muralla de los prejuicios.

Te nombro tan, tan bajito
sonríe embelesado tu oído en esa caricia.
Entonces, soñadora tu boca
exhala una promesa que solo tocando el cielo
se conoce el sabor de nuestro secreto...