Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

domingo, 26 de enero de 2014

Momentos


Momentos

Tantas veces errar supera a la cordura
que se llega a ser, esa cría de ave
a la cual se la incita a volar.
Temerosa abre sus alas sensoriales
y desde el risco del mundo
se lanza en un salto esplendente
directa hacía el bulevar frenético
de esa tormenta emocional
que con su inquietante seducción
amenaza con desequilibrar la razón.

Arrancarse lo imposible del recuerdo.
Trasladarse a una vida surrealista
alternativa, con luz del plenilunio.
Pues sólo la luna, fría como el hielo,
brilla inconsciente en los umbrales
de la soledad más taciturna.
Y en ese lance la luz se derrama
siempre, descuidada, sin perspectiva.

No podemos hallar el dulce momento
sacudiendo el sudor al tiempo.
Menos aún, de ese sudor, la lágrima.
Se va irremediablemente sin llegar,
tras el domo de un pájaro cantor.
Miremos el céfiro en el trono de la tarde
Y en la sonrisa que despierta al alba
cuando suave, le peina el cabello.
Atrapemos el fugaz latido de un beso
en el instante que le nace el corazón
para acariciar con ternura el alma…

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