Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

sábado, 19 de octubre de 2013

La mitad de un todo


La mitad de un todo


La renuente mañana
cuajada de sombras
tarde descubre sus ojos
entre sus pobladas cejas
Y el sol como el agua
se me escapa de entre los dedos…,
cruel invierno que se hace eterno
en mi yermo corazón.

Siento que soy la mitad de un todo,
Y esa otra mitad inconsciente,
no me siente en su inacabado todo…
Y así, incompleta, sofista a ratos,
se me pliegan las insubordinadas alas
en un antojo del ártico en su soberanía.

Si existiera ese refugio secreto
donde la vida puede ser
tan dulce como queramos…
¿Me darías tú el mapa de su memoria?
Me perdería  en él como un naufrago
en la costa de los sueños de ese mar abierto.

Me siento como una sirena desterrada
que habita el estanque de la solitaria flor de loto,
cuyo deseo quiere agrandar sus dominios
para ver si mi canto te alcanza.

2 comentarios:

  1. Hermoso poema, Antonia, me ha gustado todo su verdor. Un abrazo desde EEUU.

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  2. Eso de sentirse la mitad de un todo no debe ser nada agradable . no?

    Precioso poema . Un abrazo.

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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"