Desengaño
El tiempo tiene la mala costumbre de cambiar las cosas de lugar, su
marea es tan imprevisible, que te sientes vapuleada por un majadero torbellino,
y cada vez que los sentimientos entran en el marco de su minutero, en conflicto
con su equilibrio, es como si se abriera la caja de Pandora...
Debería de ser valiente, nadar con la corriente y asumir las consecuencias después. Comenzar con buenas intenciones, puede ser una irrisoria comedia, una pantomima que se ríe de si misma atascándose por el camino...
Y sin embargo la resignación, no siempre cambia de hemisferio, por mucho que la soledad sea su alimento. Me siento secuestradora de su alma, de sus palabras errantes y con disimulo voy dibujando sus labios y explorando su boca delicadamente...
Buenos propósitos es el desayuno que se me antoja a diario... ¡Qué desengaño!, Tan rabiosa es su digestión, que tal vez sea mejor persona, aquel que busca su comida como una serpiente pitón...
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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"