¿Por qué?
Se aleja con pasos precisos
de esta vida regalada,
incorrupta en su sed de despedida...
y solo queda ese instante sordo
que desamuebla su conciencia
antes de establecer su reino.
¿Por qué te lo llevas en silencio mudo?
Y no me dejas acariciar su oído
con el abrazo del "te quiero..."
Ese te quiero peregrino a su dulzor
y que no pudo llegar a tiempo.
¿Por qué?, Si ayer era viajera
de esa nave hermosa
que siempre fue su sonrisa...
Y hoy me destierras de ese momento
ambiguo que ni siquiera una lágrima
le despierta de su imberbe limbo.
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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"