Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

jueves, 16 de mayo de 2013

¿Por qué?


¿Por qué?

Se aleja con pasos precisos
de esta vida regalada,
incorrupta en su sed de despedida...
y solo queda ese instante sordo
que desamuebla su conciencia
antes de establecer su reino.

¿Por qué te lo llevas en silencio mudo?
Y no me dejas acariciar su oído
con el abrazo del "te quiero..."
Ese te quiero peregrino a su dulzor
y que no pudo llegar a tiempo.
¿Por qué?, Si ayer era viajera
de esa nave hermosa
que siempre fue su sonrisa...
Y hoy me destierras de ese momento
ambiguo que ni siquiera una lágrima
le despierta de su imberbe limbo. 

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