Incertidumbre
No hay cielo sin heridas
cuando el celaje es bravío.
La aurora se despliega llorosa
con su atuendo sombrío.
¡Ay mi mañana!, Si me quisieras,
me dirías cual será tu vestido,
en el baile eterno del tiempo.
Tengo muy viva mi esperanza
hija de Abril, gestada en mi
útero,
y con sus pies livianos, nómadas.
Somos insignificantes átomos
de un universo insondable,
que pierden su memoria
nada más ver los ojos al sol.
Necesito abrir una ventana,
en el centro de esa cascada
de raudos mensajes apócrifos.
y saber en qué momento
cambia de destino mi equipaje.
en el centro de esa cascada
de raudos mensajes apócrifos.
y saber en qué momento
cambia de destino mi equipaje.
Me gusta Antoñi, gracias por estarr ahí¡¡
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