No basta
No, no basta, enumerar la distancia
reducir el invierno en su tiempo,
sanar las heridas con una oración.
No, no basta poner un sello a la conciencia,
convencerte de que no tienes la llave de esa puerta.
No, no basta sonreírle al temporal en su queja
estrechando la mano que te arrastra.
No, no quieras ser cómplice de esa mascara
solo tangible en el poder de la mordaza.
¿Que allana el momento cuando fiero abre su boca?,
No quieras apaciguar su hambre afilando sus dientes,
que el manjar por esplendido, es indefenso,
se engulle sin valorar su deleite.
Ya basta, no te regales desfalleciendo tu sombra
sin un preludio al calor que te reconforta.
Tan insumisa es la irreverente dentellada
que abre tus carnes sin tocarlas,
como la impía y fiera bofetada
No hay comentarios:
Publicar un comentario
"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"