Derrota
Y pensar que lo sabía
Y mi corazón palpitaba la derrota.
Ahora no es tiempo de segar el trigo,
no tendremos pan que nos alimente,
será prolongado este invierno de hambre.
Y pensar que nuestra flor lloró sus pétalos
alfombrando el suelo para mis pies descalzos.
Camino con miedo hacía nuestra luna
y ya no la veo, tiene los ojos cerrados,
no habrá más nuestra noche estrellada
ni luceros que nos despierten al alba.
Y para qué pensar, si tú y yo fuimos,
Si no somos, y tampoco seremos.
¿Para qué?
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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"