Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Zalema perpetua


Zalema perpetúa

Nadie sabe si fue fuente su cauce tibio,
Nadie sabe qué norte tuvo como escondrijo,
Para que saber si es cauce o fuente su destino,
o sin saber, se pierde en el manantial como sal.
Tienen sus ojos cerco, y sus manos, finas ligaduras.

La roca, quien sabe si lo guarda en su memoria,
si sus huellas sean instantes de su orgullo herido,
sombra en la presencia manipulada en el miedo.
o muda la silaba que brama el perfil de su historia.
Tan Insólita su voz se ahoga en silencios frígidos.

Será agua al fin o hambre entre los dientes.
Cascada de viento en las hojas que caen del sauce.
Como el niño que llora en el vientre de su madre,
será, en futuro como presente, pendiente a ser.
nada por todo que abre y se cierra en su frente.

Despacio, muy despacio, como llegó, se va,
De la fuente…. Anegada
Del cauce… cegado.
Del manantial… seco
Roca
Sombra
Agua
Viento
Nada.


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