Primorosa Jara
Primorosa Jara, pavimentando la dureza.
Resuelta a llorar la sequía del subsuelo.
Novata en los jardines de babilonia.
No me nombres en mi placido sueño,
Pidiéndome la ropa que desechaste,
Cuando elegiste ser desahuciada…
No bajes la mirada de tus pétalos,
para encontrarlos con el adoquín;
dureza en desvaríos sin pulimentar…
Que mi inercia se marea observándote
Y no gesta la hierba necesaria en la dehesa…
Bálsamo que nutre el aire del paisaje
Sudor hecho del ládano de tus venas.
Me siento la madre tierra que te sostiene,
agrietada de dolor extrañándote…
No increpes tus raíces en ventolera,
Que son el cauce de tu alimento.
Y se allana la ladera del cerro por tu beso,
mientras gime la tarde ráfagas de sueño,
en la letanía de encontrarte despierta,
cuando abra los ojos el amanecer,
que tan dulcemente gestó tu vientre.
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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"