Nacida para amar

Es San Valentín, y sigo la actitud del ciudadano medio de unirme a las efemérides a pesar de que para mí no significan mucho. Pienso que el amor hay que celebrarlo todos los días que se puedan y los que no se puedan, intentarlo. También pienso que conmemorar que se está enamorado, cada uno tiene su fecha que sin duda coincide con distinto momento y día.

En este caso me puede la necesidad de ver entusiasmo en ser agasajada como amada y qué decir del potencial que lleva impreso un regalo, jajaja, y es que las mujeres para no perder el encanto, siempre tenemos que tener algo de brujas y lo digo con buena intención, “cara de ángel y alma de bruja”, eso sí, simpática y de magia blanca. Esa magia que deleita por sofisticada y que algunos se empecinan en descifrar y en el intento se les va la vida entera…. ¡Ojú!, que cosas digo…, que mas quisieran estos huesos saber algo de semejante juego, jajajaja..

Este poema lo he escrito para el día de hoy, he querido que tenga cierta pasíon, no se si lo habré conseguido. Sería la que se merece el amor, aunque sin olvidar la ternura, esa parte tan humana donde quiza el sexo pasa a segundo plano o va aderido, y que es tan necesaria para el ser humano, puesto que es la que nos arropa y nos mima, donde visualizamos de verdad, que somos queridos, amados, ya que el sexo es facil de conseguir, el amor de verdad en esa tesitura, no. Por ello os quiero desear a todos Feliz San Valentín, y espero que lo celebréis de la forma adecuada, dignificando la fecha con vivas muestras del sentimiento que patrocina, es decir que el próximo San Valentín sea una celebración de lo que fue este. Por que no hay nada mas importante que aquello que nos hace sentir vivos y al mismo tiempo respirar la alegria de compartir, compartirse, como dos que se aman, como uno, frente al mundo….


Besos rojos como corazones incendiados de amor eterno…. Uif!!, que cursi me ha quedao, jajajaja… que os quiero, eso siempre esta bien decirlo…

Nacida para amar

El amor se escribió con la vida,

sembró prados, bosques y ríos.

E hizo la mar en un velero

que se mueve con su vela

guiada por un solo viento

que busca siempre la primavera.

El amor se sulfura en el día

cuando la noche pierde su luna.

Y amasa pan de pobres por penitencia

cuando olvida su nombre…

Y es que se seca el manantial

si no se bebe su agua como bendita.

¿Quién no rezó su rosario

en noches frías y solitarias?

¿Quién no se durmió en su regazo,

como una esperanza risueña

que mira sus ojos como un niño?

Todos, amor mío, todos,

hemos nacido con ese estigma,

que sella nuestra piel con su boca,

y abre la puerta de un cuerpo

que necesita fundirse en otro.

Por eso, dejo escrito en la eternidad

que nací con mis manos llamándolo.

Esperando ansiosa, ser apresada

por ese aluvión de sensaciones

que como un caudal de agua de la tierra

fluyen incontenibles en todo mi ser,

cuando tus expertos dedos delimitan

todas distancias marcadas sobre mi piel…