Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

miércoles, 15 de agosto de 2012

El destino porfía

Me preocupa el destino, es como una cadena adosada a mi pecho de la cual es imposible liberarte. No creo para nada, que el ser humano nazca predestinado a hacer determinadas cosas y a morir en una estación determinada, si es verdad que somos presos de unas circunstancias, desde las cuales tenemos que luchar para hacer ese boceto que será el cuadro que más o menos se asemeje a nuestro sentir, a nuestro ser, al final del recorrido por la vida... Pienso que no tiene nada que ver con poseer más bienestar material o menos, siempre y cuando eso no suponga carecer de los medios básicos para subsistir y progresar. Es más bien del legado que eres para esta vida, de aquello para lo que has nacido y que tú tienes que descubrir a través de una serie de señales que la mayoría de las veces, son personas que se incorporan a tu vida, que no son algo casual, tienen su porqué y ahí es donde cada día me afianzo más en esa tesis. Luego esta tú inquietud frente al mundo, que a veces se disfraza de obsesión o incluso de defecto, de la cual es imposible liberarte, por mucho que trates de domesticarla….. Pues atendiendo a toda esa parrafada de texto reflexivo que he tratado de vislumbrar, intenté escribir un poema y salió esa cosita de ahí abajo, que es un tanto surrealista, porque esta mortal que conjuga en primera persona, le ha dado por leer poesía expresionista, impresionista y compañía…
Espero que lo disfrutéis, gracias a todos…
Mil besos con destino


El destino porfía

La Parca Décima me duerme por costumbre,
con la misma nana que imitan las madres
cuando aparecen los silencios de la noche,
para no caer en ese otoño de lágrima fácil
que hace trueque con el calendario demente.

Tan solo un detalle tejé como alimento;
rescatar el dolor oprimido del tiempo,
y liberar la utopía de mi pensamiento;
Hace vuelo rasante por las rejas de esta cárcel
y por esta voz que sola canta el eco de este verso.

¡Y es que se cansó ya!, La espina del rosal,
de hacer de vigía de una belleza tan deseada,
que piensa que es mejor porfiar la hechicería
aliviando la tristeza de ese prudente habito,
que como corsé le moldea la esbelta cintura.

He aquí, los sudores monosílabos confundidos
de que entre nubes blancas se estacione el olvido,
solo por dejar libre la ascensión de esta deidad,
incubando nostalgias viejas los santos en domingo
pendiente su obligación sin tener que ir al trabajo….

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