Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

viernes, 10 de agosto de 2012

Que de ti tengo



Que de ti tengo

Que de ti tengo, tu silueta en un tintero
fresca, como el canto de un río, en mi hoja de papel,
el eco de tu voz entre las silabas que escribo,
se distiende hasta que la abrazo entre mis versos.

Que de ti tengo, la cruz de las soledades de la noche,
el invierno fantasma de un presagio olvidado,
que aún le brillan los ojos cuando inclinas tu frente,
perenne y tatuando este sentimiento en mi piel.

Que de ti tengo, los cielos de mi memoria nítidos
abriendo espacios a la leyenda que rehuyó de su historia,
empapada de incienso, purificando su sepultura,
tanto, tanto, que por muerta, tiene vida.

Que de ti tengo, lo que no tengo y en ello hallo consuelo,
como unos brazos que abren camino en la niebla,
con un mador tenue cubriendo mi cuerpo, en esta lluvia
de sensaciones de primavera, soñada a destiempo…


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