Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

sábado, 11 de agosto de 2012

Instante


¿Las relaciones personales son difíciles?, Creo que sí, y quizá atienden al lado más obtuso del ser humano, allí donde la individualidad se recrea en sí misma, creyéndose que su razón es la única viable o por el contrario la carencia de autoestima la reduce a algo sin sentido, causando que ambas circunstancias nos pierdan en ese canal de comunicación, rechazando o idealizando la razón del otro…, personalmente, considero que es decir demasiado por mi parte, lo que sí es cierto, es que a veces el no saber escuchar, reflexionar, sobre lo que nos dicen, el porqué de esos motivos , nos obliga a cometer los mayores errores de nuestra vida.
Hay una frase que a mí me gusta, por su autenticidad; “quien pierde un amigo, pierde un tesoro”…, Puedes tener mil amigos, y pensar que la pérdida de uno no tiene relevancia para tu vida, y eso no es verdad, cada amigo, cada ser humano, es un caudal enorme de riqueza, y cuanto más diferente a ti sea, mejor, te ayuda a ver las cosas desde perspectivas que por ti mimas nunca sospesarías, lo que equivale a evolucionar, ver donde te puedes equivocar o incluso reafirmarte en tus convicciones.
¿Quién no ha perdido en su camino, a un compañero de viaje, llevado por el no entendimiento y luego con los años ha descubierto la banalidad de los motivos, que con él, ha perdido muchas cosas, que ya se hace tarde para reparar y recuperar?...
No es malo equivocarse, forma parte de nuestra imperfección, lo que es malo, es rodearse de orgullo y que éste, nos impida admitir esa realidad….

Un poema que quizá tenga demasiado orgullo implícito, de tal forma, que donde hubo amor con pasaporte a la eternidad, acabó reducido a un instante sin futuro…

Gracias a todos, y bienvenidos a la normalidad…
Mil besos sin paraguas, inflamando sus pulmones de perdón y nuevas oportunidades, para no perecer ahogados en sus errores…

Instante

Me castiga esa luz de luna llena,
en esa noche cerrada de tu mirada
y el crepúsculo que baila en mis entrañas,
queriendo ser lucero en tu amanecer.

Exiliada la memoria de esta piel salvaje,
no renueva su epidermis con cada beso
de promesas que le marca tu boca…
Sonríe, sonríe el viento que me serena,
se lleva una corte de anhelos prendidos,
como lirios, en cada riso de su pelo…

Mis ojos tristes conocen el agosto de su vergel,
Y las pocas hojas mustias que le brotan
con las semillas de tus caricias, no estarán aquí
cuando vuelvan tus manos a regar sus raíces…

Ven y no preguntes al tiempo por el futuro
y sana este instante, fundiendo tu cuerpo,
en mi manantial sediento de tu fortaleza,
porque aún te llaman sus aguas azules
desde su venero, diciéndote; “Te quiero”…

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