La sinalefa enhebra la letra;
Me acostumbré al hielo de tu mirada
y migré al desierto helado de tu cuerpo.
Formamos ahora un bonito icebergs
que explosiona caldeado, derritiéndose
inundando la tierra de ardiente agua....
Metamorfosis, y el sol en mi rostro
Margaritas en mis manos; si, no...
Dos tréboles, ninguno de cuatro hojas..
Como perderse en esta suma
si me resta en cada segundo,
si me cuenta la arruga de dos...
Van, vandalismo esotérico,
nada, ni los peces en el agua,
¿Como salir indemne de este mar,
arrebatado en sus turbulencias?...
Es pequeña la zuela de este zapato
para tamaño pie, he de ir descalza,
cuidando los suburbios que instan
en el usurpar, mejores adelantos...
Blanco es el color, blanco, blanco,
limpio, limpias están las manos,
¿Y el agua?, Corre, corre..., roja.
Roja es la sangre de mis venas
y se hace agua, agua..., agua.
Mírala, es como un río
de verdades asustadas.
Se va al mar de la muerte
Mírala, su marea te canta,
y tú no sabes escuchar...
No te bebas el agua, ese agua,
es mi sangre, la sangre de mis venas.
que te canta en la pleamar,
y cuando la marea esta alta...
Hazte marinero y rescátala
de las garras de la muerte...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"