Mi nombre (la
verdad seriamente de broma)
Me llamo Antonia, Antoñi para la familia y amigos, Toñi para otros,
Antoñita o niña para mi marido, también niña para mi padre. La verdad es que me
da igual como me llamen, mi nombre es para mí, peor que un accidente y pensar
porque lo llevo puesto me cabrea aún más. Según he sabido, mi nombre lo eligieron
mis padrinos, el Antonio y ella Antonia y un hijo que tenían en este caso hija
también se llamaba Antonia. Para el colmo, mi madre, huérfana élla que creció
con sus abuelos, ambos se llamaban, Antonio y Antonia, para que quebrarse la
cabeza pensando, eso desgasta las neuronas, y reduce la materia gris.
Detrás de cada familia y sus nombres existen muchas historias, en el caso
de la mía hay algunas son muy controvertidas y extrañas, alguno de ellos se llama
Gregorio, no está mal, lo extraño es la historia que tiene detrás. Según mi
abuela, una antepasada nuestra tuvo un desliz con Gregorio X el sabio, cosa que
a mí me choca puesto que yo he oído hablar de Alfonso X el sabio, creo que se
confundía y más bien el desliz sería con los cantos gregorianos. Luego genéticamente, por
nuestras venas circula sangre Azul, por tal motivo, ella sostenía, que aunque
las mujeres de nuestra familia son muy decentes, ¡Aburridas diría yo!, Proceder
de una alcurnia semejante se tiene que exhibir con orgullo y reivindicar a
través de todas las generaciones, nos da distinción, así que ese nombre lo
lleva algún miembro de mi familia desde la edad media. También está el nombre de
Feliciano, Argimiro, Eduvigis, y como no, los habituales nombres que se repiten
en casi todas las familias españolas, José, Juan, Francisco, Dolores, etc.
En las siguientes generaciones esto de los nombres ha cambiado, así nos
encontramos nombres como, Francisco Javier Feliciano Eduardo o este otro, Jorge
Manuel Gregorio, cuando terminas de llamar al Francisco Javier Feliciano
Eduardo, éste se ha ido aburrido esperando que termines de nombrarlo.
Algunos son más cortos, eso si, bien pensados, Alejandro, que no es por Alejandro Magno, ¡Que va!, Por Alejandro Sanz, pobres padres dándole vueltas a la cabeza pensando… ¿Me la habrá pegado mi mujer con ese mequetrefe?, Eso les gustaría a ellas.
Algunos son más cortos, eso si, bien pensados, Alejandro, que no es por Alejandro Magno, ¡Que va!, Por Alejandro Sanz, pobres padres dándole vueltas a la cabeza pensando… ¿Me la habrá pegado mi mujer con ese mequetrefe?, Eso les gustaría a ellas.
¨... niña para mi marido...¨
ResponderEliminarNo podés negar que a pesar de los pesares del linaje, que te llame así es una dulzura total!!!
Me desarmo si alguien me dice ¨niña¨
A verle el lado positivo a su nombre, Señora!!!
DULCES ABRAZOS, AMIGA POETA.
Me has hecho pasar un rato muy agradable con tus historias de nombres y de linajes, ¿sabes? yo también tengo historias curiosas de mi familia y de linajes perdidos en el tiempo...
ResponderEliminarbesos y gracias Antoñi
hs
HERMOSA TU HISTORIA ANTOÑI, PARA MI ERES MI AMIGA ANTOÑI, ESO ES LO MÁS IMPORTANTE. VERDAD QUE EN CADA FAMILIA HAY UNA HISTORIA, AL MENOS, DE NOMBRES. MENSO MAL QUE CUANDO YO NACÍ, YA SE HABIAN ACABADO LOS NOMBRES DE ABUELAS, TIAS Y MADRE, PORQUE SE LOS HABIAN PUESTO TODOS A MIS HERMANAS MAYORES.
ResponderEliminarTE DESEO UNA PASCUA FELIZ EN FAMILIA.
BESITOSSSSSSSSSS.