Miedo
Me duele el silencio roto,
Con su sensibilidad casquivana
muestras tu débil fragilidad
arraigándote en mis entrañas.
Arropas el lamento y el llanto,
Como un niño, que no crece.
Reclamando cobijo y protección,
bajo un corazón que lo ampare.
Sublime y tenue es lo que siente,
cruel presiente el desgarro.
Despacio teje la terrible herida
se desangra, sin ruido ni alarma.
Solo sintiendo que la luz se apaga.
Imperecedero, camina el sentir,
por piedras salpicadas en el sendero.
Se afianza con trémulos movimientos.
Gritan tanto como agonizan.
Sin dejar sin remedio el morir,
Luchando en la efímera vida,
los miedos queriendo ser eternos,
En esta pobre piel de equipaje
que se me asigno para este viaje.
Gobiernan vientos turbulentos.
Desosiegan e inquietan mi ánimo.
Verdaderamente duele el miedo.
ResponderEliminarEspectacular tu descripción.
BESOS.
Excelsos e impecables estos versos. Te felicito.
ResponderEliminarExcelente el poema... llegas hasta la misma raíz del miedo.
ResponderEliminarSaludos
Manolo
El miedo al silencío.
ResponderEliminarEs un abimo.
Un presipicio.
La frontera de la rzón.
Es la imperturbable forma de la impoténcia.
Siléncio que puede matarte el alma en llanto.
Bellísimas letras.
felicidades.
besos de primavera.
(Porque todo renace Antoñi..todo...Hasta lo muerto)
Este verso es de mi último poema..te lo regalo.