Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

martes, 3 de marzo de 2009

Las palabras



Las palabras

Las encontré bailando entre mis dedos,
eran pequeñas, atrevidas y traviesas.
Susurraban, ¡No sé qué!..., Eran cómplices,
en sus juegos, parecían divertirse.

Me hacían cosquillas entre las uñas.
Muy cansadas mis afanosas manos,
suplicaban un poco de compasión…
Ellas, como niñas, mil aventuras contaban.

No existe el tiempo y menos el descanso
en su mundo que no es efímero, ni envejece.
Les canté una nana, cantarinas, solo reían
y al son de la melodía danzaban.

Ajenas a mi voluntad, por ellas mismas,
mil cosas al compas del teclado formaban;
un sueño escondido, una ilusión, un verso,
un cuento para callar al niño que lloraba.

Al margen de la metódica lógica.
Componen la vida a su forma…
Tan real, que entre las venas corren,
de aquel que las sueña y las expresa.

Archivan toda la historia,
Son muchas de ellas, son millones.
Son las estrofas del poema de amor,
que los enamorados atesoran.

La realidad del llanto triste, desvalido,
Quejidos de silencios… solo se sienten,
Junto a la pluma que sentimientos escribe…
Sin pausa, sin tregua, ahogando el lamento.

2 comentarios:

  1. Sin duda que eres amiga de las palabras, sólo es necesario leerte para darse cuenta.

    Abrazos.
    Manolo

    ResponderEliminar
  2. Desde muy lejos mi barco ha recalado aquí, y es precioso lo que he encontrado (luego de un recorrido de poemas), seguramente sigo mi viaje con un sabor muy dulce por haberte leído.
    Un gran saludo desde el Sur más sur del mundo.

    ResponderEliminar

"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"