Pálpito
Se amueblan los espacios
ensordeciendo las heridas.
¿Dónde estás corazón que late?,
Me confirmaste a tu pálpito,
como si fuese raíz de tus
arterias.
Hoy otro pálpito me redime
a un pueblo ajeno a tu cuerpo.
En esta nación me dejas sola
sin los hijos de tus soles
que iluminen mis barrios,
Mi solitaria esfera, inquieta
se abre como rojo clavel
a un mundo frío solitario
que tiene enfermo su aire.
No me sirve la sal del agua
que se te retiene sin llorarte,
en tu estatus conmocionado.
Quizá le viene grande amar
explorar el tiempo imberbe,
que sordo, me ronda el alma,
sin pulmones aún su cosmos.
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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"