Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

jueves, 2 de mayo de 2019

Algo



Algo

Descansa hoy el viento
de su espesa inquietud.
Es apenas un pequeño
bosquejo su respirar
indómito, tan salvaje
a veces, que asustan
sus brazos moviéndose,
su pelo enmarañado
castigando con su azote
la tranquilidad del día
en su puesta de largo.
Hoy no, dormido parece
en su cabaña sin techo.

Me pregunto si girará
la tierra como siempre,
o de pronto se parará.
Nuestra loca invasión
corta el locuaz lenguaje
del cerezo naciendo Mayo.
Hay un rancio matiz
en el barniz blanquecino
de sus labios primaverales.
Algo que anuncia luto,
Algo agrio en su mirada
trastornando lo más dulce
de su ser, recogido dentro
de su verde alma arbolada.

Sola estoy, expectante,
como cuando un pájaro,
con su canto, alarma
el silencio de la tarde.
Me asusta el vacío roto
de la mudez que esgrima
cada huella de tus pasos.
Será escoltada la nada
hasta mi, acercándose
suavemente, al acecho,
la distancia indomable,
presiento, que sin piedad,
nos romperá en pedazos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"