Inocentes
Hermoso brote es tu flor
de almendro en primavera,
regalo que tu amor concibió.
No es tuyo, ni mío, es libre
como el viento en tu rostro.
Te acaricia del calor, suave,
será credencial de existencia
cuando tus huellas descansen.
Más bella es la intrépida libélula
danzando su inocencia pura
de niña, cómplice con el aire.
Más no las estreses en propiedad,
ella nunca podrá ser de nadie.
Será propia, insigne en libre vuelo,
majestad de su ser intransferible,
como su limpia mirada de cielo.
Hay batallas, guerras perdidas,
nunca debieron tener rostro,
ojos en la asolación de piedra,
vía al cementerio de sentimientos
vejados, mutilados por el envés.
Y ellos, inocuos en su aura alba,
son peones en tabla de ajedrez
en sus obligados movimientos.
Lamentablemente los muertos en batalla tienen rostro, al menos en la memoria de sus cercanos. Y creo que esos inocentes nos preocupan a todos, es un momento de la humanidad sumamente delicado. Ojalá todo sea suposiciones y poemas.
ResponderEliminarAbrazo.
Que razón tienes, Navegante, y el ser humano transita el mundo que la misma piel de siempre, sin aprender nada de sus errores... Todo poema guarda un sentimiento, algo que se te adhiere en tu interior, escribir es una forma de dar cauce, de entender incluso, aquello que es incomprensible, o al menos lo procesas de forma adecuada, y te ayuda a aceptar lo que no tiene remedio, pues no depende de ti... Gracias amigo... Besos
EliminarHay magia en tus esritos magia que se siente como la brisa del mar que mece mis momentos
ResponderEliminarHola Recomenzar... Gracias por generosidad, y tus bonitas palabras, es un halago precioso el que me dedicas... Besos
EliminarSos magia con tus palabras y te escribo mientras tu música se me mete entre las letras.
EliminarSabes dar y apreciar...no hay nada de maldad dentro de tu bella alma de poeta Gracias al destino
por haberte conocido....
Una flor te mando desde Miami