Oportunidad
Se va la oportunidad a la intemperie,
presa de la impaciencia más descarnada.
Alguien ayer uso el bisturí en su frente,
queriendo hacer fluir la flor ignorada
de sus anhelos teñidos de broce antiguo.
Juegas en mis espacios sin memoria,
es así como domesticas el dolor indigente,
naufragado bajo las miserias del ritmo
de un recuerdo errante en su vestidura
de lasitud, raptada ya su estrella fiel
del derribo de las redes del pescador
de sombras en los valles del rostro cíclope.
Al grito del silencio, el eco ruge tus farsas,
¡Ay!, Si despedirme pudiera de este sabor,
con sus bucles rozando mis rodillas dúctiles.
Imposible no caer en aquellas páginas
de pedantería, de placer a granel defectuoso,
metafísico en su soldadura indiferente.
Me pregunto, ¿Qué escupe la piel de tu cartera
cuando abre su boca?, suspendida anteayer
en las rejas de tus dedos, la paseaban
tus pies por una absorta calle en tránsito.
Tu mirada tránsfuga me deshacía el alma
queriendo cegar este abismos de muerte.
Aquí, en mí, la piedad tiene ojeras viejas,
hace aguas desde el primer beso azulado
que le dio los encantos de las cumbres
de la profunda cintura de la nieve insidiosa.
Tú, bajo ese arrogante matiz vagabundo
bajas como la linfa salvaje transeúnte,
acurrucado a un oscuro ramaje de espuma
sin forma en el mirar limpio de los espejos.
El dolor o la rabia suele tener un eco que ruge desde las farsas. Y vemos en el otro toda su arrogancia.
ResponderEliminarY muchos nos encerramos en nosotros mismos para masticarlo, otros escriben poemas profundos como este tuyo.
Un abrazo.
Hola Navegante... Es mi forma de colgar los fantasmas que a veces se nos cuelan dentro, jajajaja... es la mejor terapia que les aplicas, cuando revolotean por tu corazón y tu alma... Gracias amigo... Besos
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