Monologo
Monologo a media voz
calienta el paladar de la letra.
Un idioma solitario de finitud
inconclusa, de espesa melaza
en el universo amado del sentir.
Textura que se me escapa fundida
en el pensamiento más afásico…
Terco desdeña la historia breve,
tendido en el habito de discernir
la anamorfosis de su puro rostro.
Vuelvo a sus brazos, a su mención,
una y otra vez, adicta a su galaxia...
…, igual que un tranvía insomne
al alusivo hotel de su destino…,
greda soy en su pozo de aire azul…
Miríada de constelaciones su alma.
Silueta de garza en el carnal canto,
saliendo el silencio de su entalladura
umbilical, hacia el hermoso horizonte
de la libre expresión de la palabra.
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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"