El tiempo
El tiempo camina tus derroteros, tus trechos,
ignorante de tus brazos en alto,
impertérrito, subrogado de conciencia.
El tiempo no se atiene a código,
o estatutos emocionales,
donde a veces lloras tus límites,
tu carencia más sublime;
llegar justo en tu momento
sin que se te sea robado,
sin que haya caducado.
El tiempo tiene su propio reloj,
es agua de lluvia, agua de río,
aire de sierra, aire de árbol
moviendo sus ramas,
reclamando razones
para no despoblar sus sueños.
Con sus hojas resignadas,
caídas por el reclamo
de sus desventuras.
El tiempo ignora las mil historias
habitadas dentro de ti,
con su primavera florecida
rompiendo en la luz de tu mirada.
El tiempo, insensible tiempo,
nunca sabrá más de ti,
aunque haya pasado corriente
abajo a tu necesidad,
rompiendo tus olas de insaciable mar
en el acantilado de su frialdad.
Antoñi (11 – Mayo – 2021)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"