Manifiesto
Un manifiesto apenas
legible,
un estanque de
suspiros
suspendido en el
tiempo.
Cuanto más amarga la
herida,
más soñadora la
esperanza.
Un nudo de dolor en
el vientre
rompiéndose a una
sola mirada.
Te imagino tejiendo
sueños,
rompiendo ramas
secas,
echando a volar a
una sola hoja.
La hendidura del
verde llama
a tu ingenio
poderosamente,
y al rebaño de mis
ojos acudes
sin saber por qué.
Quizá la cuna de
todos tus rotos,
sea el descanso de
tu rostro
en el vuelo de mi
pelo, al viento.
Homero osado y
rebelde,
enajenado con tu
odisea,
tan personal como
proscrita.
Jamás perfilada por
tu tinta,
vinculada a ti, si,
vinculada
por los escribas y
fariseos
vestidos de dioses
en la tierra.
Antoñi (20 – Octubre
– 2020)
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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"