Viento
Que soleado eres viento
en tu revoltosa tempestad,
jugando con mi pelo,
mojando mi piel con tu aliento,
diciéndome “te quiero”.
Todo en un momento,
un principio antesala
donde das vueltas y vueltas
justo antes de romperme.
Porque solo sabes de eso,
del aire de tus venas
siempre volando a tu ombligo.
De alas de gavilán celeste,
de solitarios montes,
de centinela de valles verdes.
Con el sol adentro de tus ojos,
acusando prisa a esconderse
cuando habré brecha
en las grises nubes de mis cejas.
Pienso, pienso y pienso
si la voluptuosa agitación
de tu manos me tocan, me ven.
O simplemente son el pincel
de tu alma acromática
tan osada profanado el color
de la vida que si me toca,
queriéndome hacer servidumbre
de tu paisaje de altos vuelos.
Qué hermosos versos has tejido con la pluma de tu inspiración, dando color a la vida de la poesía, me ha encantado.
ResponderEliminarUn beso.