El dolor no llora
El dolor no llora,
ni ríe
se hizo montaña
resignada.
Parece piedra y es
herida
abierta como cauce
seco
en la sangre
palpitante
habitando los ríos
de venas
por donde duele la
vida.
Es vestido frío del
ártico
estableciendo su
dominio.
Si dejara sentir,
hielo sería
sin posibilidad de
rictus amargo.
Por que cuando la esperanza
deja de ser flor,
primavera,
sin hallar
pradera, ni huerto
cultivando su
perfume,
se queda aterida imberbe.
El dolor no llora,
¿Para qué?
Si sabe respirar
tranquilo
su aliento de
alarma constante,
vivir su eterna
sequía
en su húmedo hábitat,
dejando su mojada
ropa
retorciendo sus
costuras al aire.
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"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"