Si he de perecer al abrigo de este manantial,
abrupto, dominante, de fluido reino.
Que no me vuelva loza de mármol,
su frío carácter de primavera postergada,
que deje que el despertar del sol me sonría,
que la luna en su guardia me bese
mientras sus aguas me acarician el descanso...

viernes, 5 de julio de 2019

Proverbio


 Obra de Antonio Quintana, nacido en Iznajar, Córdoba
Pintor por vocación, desde niño sabía lo que quería hacer en la vida, crear. En Madrid se encontró con una serie de personajes que le mostraron otros mundos y maneras de expresión que le abrieron la mente y las ganas de manifestarse de diferentes maneras. Eran poetas y se integró en aquel mundo desconocido como buenamente pudo, así dio vida a su  primer libro de poemas “El ojo único del unicornio”, un libro mágico que fue accésit del premio Adonais. Estas circunstancias le hicieron sentir más universal en el arte. Después de esto no ha dejado de interesarse por cualquier medio creativo a su alcance. Imperativo no concibe la vida sin investigar, crear y sorprenderse a sí mismo a cada momento. Es curioso, soñador, ingenuo, a veces infantil pero muy maduro, atrevido y con ganas de estar vivo. Con respecto a su obra es muy variada, domina una gran cantidad de técnicas, gracias al que fue su maestro durante su estancia en Madrid, el santanderino Antonio Quiros.
Estas ventanas que presenta ahora quieren expresar sentimientos amarrados producto de un mundo interior frustrado, marcado, pero no carente de alas, sentimientos enjaulados que sobretodo pugnan por escapar, ser visibles. Son mujeres en general, ahora que comienzan a hacerse notar. De todas maneras el artista, creador da  libertad para opinar, es más importante lo que pueda ver el observador que lo que diga el autor, piensa él de su obra.


Proverbio


Pinto ventanas bajo el porche,
donde mis pies no me llevan
viaja sola mi inquieta alma,
buscando el norte perdido.
Lo haya en lo profundo  
de un corazón, es llama
y me llama, y yo le abro
las contrapuertas cerradas
de las ventanas de mis ojos.
Desde el porche que me habita
se despierta en espiga de trigo,
el olor de su cuerpo, pan
de vida, que mi vida sustenta.

 Trágico sino arañar el cristal
buscando el descalzo destino
con esa luz opaca que tiene
el eclipse marcando distancias.
Una vela en el viento elevando
mis manos  dibujándote,
sueño que a mi realidad llegas,
apenas una estela que rompe
la niebla de este silencio
suscrito a mi alma peregrina,
nacida vagabunda en los pies
de los siglos escritos al mundo.

Tú me confirmas mi lejanía,
pasaje de caminos, en mis venas,
trayectoria líquida, tu sangre.
La sangre del hombre eterno
marcando huellas inconformes,
para un mundo abduciendo
almas en serie, al cual quieres
regalar, me regalas un nuevo mirar,
un hombre presente, inamovible
que se entienda y se acepte
como el más tangible proverbio
asiéndome verdad en su leyenda.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

"Si puedes mirar al rostro a este texto, te agradezco que me digas de qué color son sus pupilas…"